El Observador Gaditano

Arte, patrimonio y cultura, de Cádiz a donde se tercie

San Agustín de Medina: una joya barroca en su último estertor

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Envuelta en la polémica, en los dimes y diretes, en la elusión de responsabilidades; la iglesia de San Agustín lanza su último SOS. Lo hace con parte de las bóvedas de la nave y el crucero colapsadas, con un patrimonio ya perdido para siempre y otro en grave riesgo de desaparecer. La historia de este templo barroco está jalonada de avatares diversos desde su desamortización en el siglo XIX. Sin embargo, su reciente pasado, el de los últimos 30 años es el que se antoja más complicado: un edificio clausurado, plagado de filtraciones y en riesgo de derrumbe. Mientras, las instituciones responsables (Obispado, como propietario; Junta de Andalucía, como administración competente en patrimonio y Ayuntamiento, al tener transferidas las competencias en materia de planeamiento y conservación) no se han prodigado en cuidados a un edificio que se consumía día tras día. Sus actuales moradoras, las hijas de la Caridad, sí que dan buena cuenta del trecho recorrido hasta llegar a este triste derrumbe.

Allá por diciembre de 2011 ya advertían de la delicada situación que presentaba un templo clausurado y que, en cada invierno, se llenaba de goteras y filtraciones. Como ellas mismas explicaban con evidente desesperación, el colapso de la iglesia se acercaba. Mientras, los plásticos, lonas y cubos intentaban frenar el avance imparable del agua por unos muros de revestimientos levantados y frescos perdidos por la acción de la humedad. De esa fecha, datan las fotos que adjuntan este reportaje. En ella se pueden apreciar pinturas en la cúpula ya desaparecidas o el púlpito que también parece haber corrido la misma suerte.

«Ya en diciembre de 2011, las hijas de la Caridad advertían de la delicada situación del templo a causa de las filtraciones»

De hecho, conviene recordar la historia y el patrimonio de este templo que data de la fundación del Convento de Nuestra Señora de la Paz, de agustinos calzados, en 1575, como recuerda la ‘Guía artística de la provincia de Cádiz’. Se asentaba la comunidad en el antiguo hospital de la misma advocación y en 1596 los canteros Esteban Isaguirre y Bernabé Rodríguez culminaban la capilla mayor que albergaría a la Virgen de la Paz (hoy en Santa María la Coronada). Las obras fueron posibles gracias a mecenas como Mateo de Guevara, los duques de Medina Sidonia o Mariana de Estupiñán (quien precisamente financia esta capilla mayor). De 1635 a 1665 (año en el que se bendice) se levanta la nave del templo. Estas dos fases se aprecian en la arquitectura del templo, dada la altura más baja de presbiterio y crucero, con respecto a las naves. Precisamente, en la transición entre el crucero y la nave es donde se ha producido este derrumbe que ha afectado al lado del evangelio y que se ha llevado por delante parte del muro de dicha zona del crucero.

En el colapso (más la acción de las filtraciones anteriores) se ha perdido parte de la decoración al fresco que decoraba las bóvedas de cañón y la bóveda rebajada sobre pechinas del crucero. Se trataba de motivos pictóricos realizados a principios del siglo XX siguiendo una estética barroca. A falta de un conocimiento detallado de lo perdido, de lamentar es también la más que probable desaparición del patrimonio mueble que se pueda haber visto afectado por el hundimiento. De hecho, en esta zona del evangelio se conservaba un púlpito de madera tallada de inicios del XVIII, ubicado justo en la ‘zona 0’ del derrumbe y que ya no se aprecia en las fotografías realizadas tras el derrumbe. En ese testero del crucero se conservaba igualmente un lienzo barroco de San Cristóbal. Se desconoce si el desplome ha afectado también a este patrimonio mueble.

«En el colapso se han perdido parte de los frescos de las bóvedas y el púlpito del siglo XVIII. El resto de bienes muebles se encuentran en una delicada situación al estar ahora a la intemperie»

Mejor suerte (al menos temporalmente) ha corrido el resto de los retablos y pinturas que componen San Agustín, todos ellos dominados por el retablo mayor, obra de 1690. Se trata de un conjunto realizado en madera tallada y policromada, de planta rectilínea y dividido en tres calles por columnas salomónicas. En su ático se conserva una imagen de San Agustín del programa iconográfico original y su hornacina central rococó (realizada en el siglo XVIII) se ubicaba la Virgen de la Paz.

El resto de retablos del templo, ubicados en los testeros frontales del crucero, en el muro lateral de la epístola en la misma zona y en las naves laterales son piezas fechables entre el siglo XVII y XVIII. Como piezas de interés, en la iglesia se conserva una pintura con el Éxtasis de Santa Teresa (en ático del retablo del lado de la epístola del crucero), una talla de un Cristo crucificado de escuela sevillana (siglo XVIII) ubicado en la primera capilla del lado de la epístola o una dolorosa de candelero (igualmente del siglo XVIII) que presidía la primera capilla de la nave del evangelio.

Todo este patrimonio queda ahora en un limbo, en un sueño de los justos, que se antoja más pesadilla que nunca. Sobre la mesa está la venta de la iglesia, la cesión, la expropiación, la restauración o incluso el derribo. Todas son opciones, algunas más lejanas que otras, unas más tristes que otras. En cualquier caso, el fin de esta situación deberá producirse antes de la llegada del mal tiempo, momento en el que todo el patrimonio que aún no se ha perdido en el templo corre más peligro si cabe. San Agustín se acerca a su destino final, ese que dictaminará la recuperación de su esplendor o la inanición en la dejadez más absoluta.

Autor: jesusccarrillo

Cádiz, 1988. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. CEO en Medyarte, empresa especializada en comunicación para pymes. Apasionado del arte, el patrimonio o la política.

3 pensamientos en “San Agustín de Medina: una joya barroca en su último estertor

  1. Muy buen artículo. Gracias porque he podido ver parte del templo que desconocía por completo.

    • Gracias Carlos! Por desgracia, cuando lo visité solo pude tomar fotos de esa zona ya que la nave estaba impractibable y con poca iluminación. Igualmente, las zonas bajas estaban tapadas con plásticos o lonas. Un saludo

  2. Lamentable que los responsables del inmueble no hayan sacado de allí el Crucificado, la Dolorosa o los tres o cuatro cuadros de valor, teniendo en cuenta que el derrumbe se venía anunciando desde hace, por lo menos, dos años.

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